domingo, 16 de mayo de 2010

¡ARRIBA LAS MANOS!


Es la medianoche del día sabado. Un sábado diferente. Un sábado que hubiera preferido saltarme. Un sábado para olvidar. Estoy sentado en una fría banca, de un fría comisaría, en una fría noche, de un frío invierno lamentándome de haber tomado la ruta que tomé.

Recuerdo claramente todos los acontecimientos. A mi derecha se forma una fila de bancas tan frÍas como la mÍa, en las que los traseros de mis congelados amigos tambien reposan, preguntandose- con toda seguridad- por qué no ponen calefacción en un espacio tan gélido como ese.

"Siguiente", exclama la voz del teniente a cargo. Extrañamente noto que tiene calor, y pienso que debe ser porque llevar ese uniforme verde petróleo todos los días con la parefernalia infinita de todas sus medallas, pines, calcomanías y demás debe de ser un acto heroico digno de la beatificación. El teniente empieza a hacerle preguntas a su interlocutor de turno, mientras yo repaso los hechos en mi memoria. "Siguiente" grita nuevamente el hombrecito de verde y todos avanzamos un puesto en los icebergs sobre los que estamos sentados.

"Pensar que estaba por irme" me digo a mí mismo. Saco mi celular y pienso en lo afortunado del aparatito este, que no cayó -como diría el Chapulín Colorado- en manos del malhechor. Pretendo hacer una llamada, y recuerdo que entre las llamadas que hice para bloquear mis tarjetas, las que hizo M. para bloquear las suyas, las que realizó N. para comunicarse con su casa y las llamadas a los bomberos, a la policía, al serenazgo, a las fuerza aérea, al ejército y al servicio de inteligencia, me quedé sin un solo centavo para llamar a mi casa y decirle a mi preocupada progenitora: "Mamá, me han robado".

"Siguiente". Noto que a mi lado no hay nadie porque el supuesto siguiente se ha ido al baño. Es mi turno. Me pongo de pie. Avanzo hacia el hombrecito de verde que levanta sus ojos sobre sus lentes de carey y me lanza una mirada de entomólogo."Su nombre". Se lo digo."Dirección, estado civil, fecha de nacimiento". Ya está. Lo tiene todo. Ahora viene la pregunta del millón.

"Cuénteme". Contar. Mirar hacia atrás el momento del robo. "Fue sencillo, en realidad. Tomabamos un cafe. 10.30pm. Al fondo sonaba una canción de Caetano Veloso. Ya habíamos terminado. Pedimos la cuenta. Escuchamos un silbato. No sabíamos de dónde provenía. Entró un tipo. Alto, gordo, oscuro, siniestro. Pistola en mano. Billeteras, celulares, carteras, bolsos, llaves, laptops. Se lo llevó todo. De pronto no era uno, sino dos. Luego tres, cuatro y hasta cinco. Los clientes en el piso. Primer disparo. Gritos. Se abre la caja registradora. Una chica al fondo llora desconsoladamente. Segundo disparo. Más gritos. Todo el dinero de la caja. Todo. Sale uno, quedan cuatro. Sale otro, quedan tres. Permanezco sentado. Pienso en todo lo que tengo en mi billetera. Pienso en todos los trámites por venir. En ir a la comisaría, en escapar. Sale el siguiente y uno más. Solo queda uno. Nos mira a todos. Hay un aire de superioridad en su mirada. Se da la vuelta, y sale. Los cinco están sobre un auto que, raudo, se pierde en la trafico sabatino".

"Algo más?" Sonrío de lado. "Quiere algo más?". "No les dijo algo en especial?".

Un sonoro No. Al fondo una vocecita chillona y entrecortada corta el silencio."Sí dijo algo más." Miradas. "Arriba las manos". Todos reimos. Eso nunca lo dijo, estamos seguros. La vocecita chillona se queda muda.

"Arriba las manos". Pienso en la manera de iniciar un asalto. Pienso en una forma más original de hacerlo, mientras sonrío de lado.

El frío parece haberse ido, y empiezo a sentir calor, y entiendo al hombrecito verde. Hace frío. Lo que quema es la tensión de la conversación. El aire quema. Firmo mi denuncia mientras procuro apenas leer el último parrafo del escrito:


A LAS 11.15 DE LA NOCHE LOS SEÑORES M.,N.,R.,T., Y G. DENUNCIARON SER VICTIMAS DE UN ASALTO A MANO ARMADA POR PARTE DE CINCO SUJETOS QUE IRRUMPIERON EN LA CAFETERIA S.A. A LAS 10.30PM DEL DIA SABADO 15 DE MAYO, LLEVANDOSE CONSIGO DINERO EN EFECTIVO, LAPTOPS, BILLETERAS, CARTERAS, BOLSOS Y ARTICULOS PERSONALES.

CONSTE POR EL PRESENTE DOCUMENTO EL INICIO DE LA INVESTIGACION.


miércoles, 10 de marzo de 2010

SUNSET


El verano, aunque caliente aún, comienza a aproximarse a su fin. Es una pena. Aunque es verdad que cada estación posee su encanto-la melaconlía del invierno es deliciosa, por ejemplo- tengo casi una relación marital con el sunset. Y claro, al menos aquí en Lima los mejores sunsets los encontramos en verano.

En general, el verano es una época especial. Es cierto que el calor agobiante del mediodía, junto a la sudoración debido a la humedad de nuestra capital lo pueden volver un poco insoportable, sobre todo si hay que usar saco y corbata, pero más allá de todo ello, esta estación se encuentra revestida de un color diferente. Pareciera, o al menos a mí me parece, que es posible en esta época más que en ninguna otra del año entrar en armonía con toda la Creación. Volver a ser niño. Por ello mismo, ver el atardecer ha sido desde siempre el estimulante perfecto para el amor, para la liberación de la creatividad, para la paz.

Cuando el sunset llega me doy cuenta de que mi acelerado ritmo de vida poco o nada importa; que el azul violeta aterciopelado desacelera todas mis prisas; que el amarillo intenso aplaca todas mis tempestades; que el tímido rojo cosquillea a mi más adusto entrecejo; que el anaranjado travieso me saca la lengua y me dibuja una sonrisa y que el plateado mar del Pacífico destila todos mis miedos.

Verano, verano, verano...has sido hecho para mí.

sábado, 16 de enero de 2010

PLOP!


Yo: Buenos días, señorita. Tengo cita con odontología.
Recepcionista: ¿Su nombre?
Yo: Guillermo Rendón.
Recepcionista: ¿a qué hora era su cita?
Yo: 5.20pm

( despues de verificar en pantalla un par de minutos...)

Recepcionista: Su nombre no aparece en pantalla. Se debe haber confundido de clínica.
Yo: ¿Perdón? Si llamé para confirmar.
Recepcionista: Lo siento, no puedo hacer nada. No aparece. ¡Siguiente!
Yo: Señorita, debe haber un error. Podría consultar con alguien por favor?
Recepcionista: Yo solo consulto con la máquina. Si ella no me da los datos, no puedo hacer nada. Siguiente!
Yo: Pero, no sale mi nombre en el sistema?
Recepcionista: No. Y si la máquina no me da su nombre, entonces usted no existe.
Yo: Plop!!


domingo, 3 de enero de 2010

En el 2009...


contemplé fuegos artificiales
bailé hasta las seis de la mañana
perdí a mi abuela y la gané en el cielo
me fui de vacaciones un mes a la playa
me bañé en el mar de San Bartolo, Punta Negra, Punta Rocas, y la piscina del Bosque
creé todosmisrulos.blogspot.com
asumí una nuevo puesto laboral
trabajé más arduamente que otros años
asumí mi amor a la tablas
fortalecí mi amistad con dos grandes amigas
una de ellas se hizo mi comadre
acepté a mi primer ahijado de bautizo
conocí a dos grandes amigas
olvidé a muchas y muchos otros
extrañé a mi mejor amigo, perdido en algún crucero del mundo
lamenté no haber podido hacer un viaje
me aparté de Dios y lo encontré de nuevo en mi mesa de noche
participé de seis obras teatrales
fui un niño de doce años
un mozo de cincuenta
un frustrado comediante de stand up comedy
un maquiavélico y ensombrecido manipulador
gané un juicio
perdí un gran partido de voley del cual fui la estrella
escribí dos obras de teatro
defendí a un par de indefensos
logré granjearme un par de enemistades por ello
volví a mi papel de "el justiciero"
celebré mi cumple en una misa
vi mucho teatro
leí poco
hablé mucho
aprendí lo que es una acción
fui suspendido injustamente durante dos semanas
me burlé de la suspensión y no la respeté
conocí un gran teatro por dentro
participé de un retiro excelente
conocí a un santo
aprobé todos mis cursos
volví a extrañar no poder hacer un viaje
creé traslacuartapared.blogspot.com
me estresé por la Navidad
me calmé con el año Nuevo
perdí mi trabajo y lo recuperé al día siguiente
comí, bailé, soñé, reí, lloré, amé, odié y mil cosas más
jamás publicables en un blog tan decente como pretende ser este.

Ay 2010! qué de sorpresas me tendrás preparadas.




jueves, 31 de diciembre de 2009

y colorín colorado...


este cuento se ha terminado...


Feliz 2010!!!!!!!!!!!!!!!

domingo, 27 de diciembre de 2009

EL CORRECAMINOS ABOLIDO...y feliz Navidad


El año empieza a terminarse. En realidad, se estÁ terminando desde aquel ya lejano 01 de enero del 2009, solo que entonces no nos lo parecÍa. Hoy, que por todos lados la gente nos demanda resultados, análisis de lo que hemos hecho, regalos y reafirmaciones de compromiso, el final se vuelve algo más palpable, más cercano, más nuestro., nos interpele con mayor fuerza. En realidad no es así. Este año se viene acabando desde que empezó, y lo mismo ocurrirá con el próximo; a cada paso nos acercaremos a su ocaso.

Siempre que llega el mes de diciembre, aparece en mí una suerte de neurosis. Lo más extraño de esto, es que suelo disfrutarla. Me gozo en los cada vez más numerosos intercambios de regalos, las mesas navideñas, los demandantes regalos, los saludos a la gente a la que solo por estas fechas uno ve, y mil y un rollos más de este tipo. Será que este año he tenido la sensación de estar siempre corriendo tras el reloj, que las fechas navideñas, me han parecido más agobiantes que de costumbre. Veo por todo lado gente yendo y viniendo; corriendo para ganarle a sabe Dios qué-bip bip- , he sentido los anuncios publicitarios más agresivos que otros años, incitándonos a querer lo que no necesitamos y a comprar lo que ya tenemos, o tuvimos y -bip bip- botamos; el tráfico se ha vuelto más caótico, con gente yendo a donde no tiene que ir, tomando más taxis que los que puede pagar, gastando más gasolina que aquella que necesitan; los centros comerciales volviéndose el templo principal donde la gente acude a rendirle pleitesía al Dios Dinero, y a nuestras hadas madrinas, las gratificaciones. Los niños y -qué pena- los adutos abarrotando los mercados y supermercados para-bip bip- llevarse la mejor ensalada en Nochebuena. Los centros laborales son otra historia. Cada uno decide empezar a evaluar lo hecho durante el año. Las metas no logradas se vuelven nuestro peor Grinch que -bip bip- nos saca la lengua y nos trae el arbolito de Navidad abajo.

Sin embargo, llego a mi casa, entro en mi dormitorio, cierro la puerta y caigo en la cuenta de una verdad invisble a los ojos que solo ven lo que está delante de ellos, una realidad imposible de sentir a lo que solo piensan en metas, en números, en cantidades: la verdadera Navidad es la que se vive dentro de mí.

Cierro los ojos y, solo, empiezo mi oración, y me doy cuenta que estoy a solas con Dios, que ya no hay más carreras que ganar, ni regalos que comprar, ni metas que lograr, ni tiendas que invadir, ni amigos secretos, ni pavos, ni tráfico, ni histeria, ni neurosis. Todos mis correcaminos han desaparecido. En el interior de mí mismo, Dios nace, se acerca...y se prepara para crecer. Ese es el milagro más bello: el Dios que se acerca a nosotros.

PD. FELIZ NAVIDAD.

jueves, 24 de septiembre de 2009

MELODIA ONIRICA


Hace algunas semanas tuve un sueño extraño, diferente. Estaba con un grupo de amigos en una especie de salón de ensayos. Todos cantábamos una canción, aunque en el fondo sentía que el que la cantaba más fuerte era yo- por algo era mi sueño. La canción era particularmente melódica, contaba con varias estrofas y el estribillo era muy simpático. Recuerdo con claridad el tema de la canción, pero he decidido en este relato guardarme ese detalle. Solo puedo decir que era un tema muy importante para este seudo escriba.


Al despertar, tenía la canción en la punta de la lengua. La tarareé o tararié( o como miércoles sea) , y me hacía sentir muy bien; más aun teniendo en cuenta que nunca la había escuchado, ni menos cantado. Era algo así como una inspiración divina. Durante la mañana, la tuve en la cabeza. Le daba vueltas tratando de recordar las estrofas, pero era imposible. Así las cosas, decidí contentarme con tener al menos el estribillo, seguro de que podría agregarle las estrofas que quería.


Las horas fueron corriendo. Al promediar las tres de la tarde, quise volver a cantar la canción, pero no recordaba el tonito. Tuve que hacer un esfuerzo para tenerla conmigo.


Al llegar casa, ya de muy noche, me apenaba tener que hacer grandes esfuerzos para que no se me escape. Cada vez era más difícil.


Con el correr de los días, la canción prácticamente quedó olvidada, y mi intento de ponerle estrofas solo se volvió un proyecto frustado. Sin embargo hoy por aquellos extraños mecanismos y reacciones químicas de la mente, logré recordar la canción nuevamente y la apunté en un papel, para que nunca más se vaya de mi lado.


Ahora yo me pregunto y me respondo. ¿No será eso lo que le pasa a mucha gente? Cuando son muy jóvenes escuchan su canción, y la reconocen como tal. La pueden tararear. Les gusta, los hace felices, pero los problemas del día a día los agobian de tal manera que olvidan para siempre la letra. Cae la noche y ya no la recuerdan: los años han pasado. Ya no hay vuelta atrás.


Hoy creo firmemente que todos tenemos una canción; que unos nos decidimos a cantarla, mientras otros solo escuchan canciones ajenas y suspiran por haber abandonado las propias.


Hoy deseo seguir esuchando mi canción, y saber que, aunque otros se decidan a cantarla conmigo es, al fin y al cabo, solo mía.